miércoles, 3 de febrero de 2010

No tenemos arreglo y así nos va

Estamos asistiendo a unas de las campañas electorales más sucias de los últimos tiempos. La desvergüenza a la que se está llegando en algunos niveles, es proporcional a la incapacidad de los dos grandes partidos (los profesionales) para presentar alguna propuesta coherente con el nivel medio intelectual de los españoles. Nos siguen tratando como a necios, y lo que es peor, creen que lo somos. Están instalados en un mundo irreal, muy diferente al cotidiano, metidos en una gran burbuja rodeada de parafernalia hipócrita y falsa, que les impide ver las graves carencias y necesidades de los españoles. Utilizan esta convocatoria como una lucha fraticida contra el adversario político -salvo raras excepciones, como ocurre con nuestro Ayuntamiento (PP) y la Junta (PSOE) a la hora de “arrimar el hombro” para defender a grandes corporaciones extractoras-, para evitar que les mengüe su escala de poder y el de sus “sectas” o acólitos más cercanos, atrincherados en la peligrosa recreación de las dos “españas”, olvidándose por completo de lo cotidiano y negándose a explicar a los españoles la información que requieren para unas importantes elecciones, invitando irresponsablemente a la abstención.

Saben que lo pueden hacer. Ambos controlan el 90% de los medios de comunicación, que les hacen el juego lanzando los mensajes manipulados que más les interesan.

Unos nos venden la Europa “social”, cuando según un informe del BBVA, somos el país del “mundo” que más dinero aporta para salvar a las empresas del “ladrillo” (2% PIB), cuatro veces más que Estados Unidos, y el que menos invierte en ayudar a los hipotecados, donde por ejemplo Italia, país “berlusconiano”, destina 2,4 billones de euros para rescatar hipotecados sin aliento por los intereses desorbitados. Y de los otros que les voy a decir. Ayer nuestro Alcalde llenó el salón de los bajos del mercado con más de doscientas personas “llamadas al orden”, tras el fracaso del mitin de la semana pasada con la de los “huesos del puchero”, y entre las cuatro propuestas presentadas para salir de la crisis incluyó la “proteccion del medio ambiente”. Qué cómico. En un pueblo donde se ha dejado construido encima de los arroyos naturales haciéndolos desaparecer; un pueblo donde todos sus arroyos están contaminados por aguas fecales; un pueblo con un excesivo déficit hídrico, como pudimos comprobar el pasado año, por la masiva urbanización sin control; y un pueblo con un aire cargado de polvo amarillento que nos impide ver el cielo azul, por la explotación ilegal de la sierra por unas empresas “amigas”.

Por lo tanto, se les elige sin pararnos a pensar lo que van a hacer con el voto. Se vota por una marca, como ser del Madrid o del Barca, sin conocer que proyectos proponen en asuntos como medio ambiente, sanidad, costas, urbanismo, educación y formación, inmigración, Justicia, libertad y derechos de los ciudadanos, asuntos económicos y monetarios, empleo y asuntos sociales, industria, comercio, transporte, derechos de la mujer e igualdad, desarrollo y cooperación, agricultura y pesca, seguridad y defensa común, medios de comunicación, deporte… ya me cansé. Estas competencias que tiene el Parlamento Europeo, son las que posteriormente generan las normas que todo gobierno tiene la obligación de aplicarlas en sus respectivos países, por lo que su responsabilidad debería ser la de ofrecer sus proyectos en vez de tanta guerra ideológica, sectaria y trasnochada, a pesar de disponer de casi todos los voceros mediáticos que podrían ser utilizados de forma responsable.

Y por supuesto tras esto, voten a quien les vengan en gana, pero voten.

Rafa Calasanz
rafacalasanz@hotmail.com

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