miércoles, 3 de febrero de 2010

La caja única ya no interesa

Tras el encendido debate protagonizado por políticos provincianos, con respecto a la ubicación de la sede central de la “futura” caja única, resultado de la fusión de las dos cajas andaluzas, y en el que hemos entrado como ilusos, ha quedado demostrado que como lanzadores de globos sonda son unos maestros, consiguiendo generar un debate absurdo evitando que se hable de los problemas reales, de los que tanta culpa tienen.

La prioridad ahora es que Unicaja debe ir en ayuda de CCM , una caja de ahorros de otro comunidad prácticamente en la quiebra, dirigida por un destacado socialista manchego, que debe ser sacada a flote por el “poderoso” sistema financiero andaluz. Este régimen que padecemos no tiene el más mínimo reparo en tomarnos el pelo cuando y como quieran, pero claro, saben que a pesar de las barbaridades que cometan, el “sabio” pueblo les seguirá votando cada cuatro años, y con mayoría
absoluta. ¡Faltaría más!

En pleno periodo electoral, el PSOE no se podía permitir que una caja de ahorros, la manchega, en poder de ellos, se fuera a la quiebra o fuera intervenida por el Banco de España. Según los propios inspectores del Banco Central la intervención debería haberse realizado hace meses, pero Fernández Ordóñez freno tal decisión a la espera de que Unicaja se decidiera a la fusión tras la marcha atrás de Ibercaja, y no perjudicar al PSOE de Castilla la Mancha. Si Braulio Medel no acepta la misma, puede haber una hecatombe en el PSOE manchego y nacional. ¿Qué dirían esos posibles votantes? Si son capaces de cargarse una caja de ahorros a base de una mala gestión,
basada en la especulación del ladrillo, ¿Qué harían con la gestión política? Por lo tanto, se acude a otra caja, también en poder de ellos, para que socorran a la primera en detrimento de la segunda, que le costará muchos años salir del agujero en el que se va a meter, simple y llanamente por interés de su propio partido. Co mo siempre Andalucía, acude como pardillos al grito imperativo del jefe de Moncloa, para destrozar la única entidad financiara de la región que es viable. A Unicaja le costará sangre salir de esta
situación una vez se ejecute la fusión, porque a pesar de lo que el Banco de España deba aportar para tapar los agujeros de la CCM, la nefasta gestión del actual directiva durante estos años, será una pesada loza para el desarrollo futuro de la caja malagueña, y un paso atrás en el objetivo de acercarse a esas otras grandes cajas españolas, que adquieren empresas viables para crecer, y que no tienen la presión política que aquí padecemos.

Y lo peor viene después. Dicen los expertos, que Cajasol es la siguiente que tendrá que ser intervenida o absorbida por su grave situación, que al igual de CCM basó todo su negocio en el ladrillo. Pero ¿quién vendrá en su ayuda? Unicaja no tendrá capacidad para otra fusión. ¿Vendrá otra caja de fuera de Andalucía? Me temo que no, para mamporreros solo nosotros, nadie de fuera nos sacará las castañas del fuego. Pero esto, ¿a quién le importa?

Febrero 2009

Rafa Calasanz
rafacalasanz@hotmail.com

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