miércoles, 3 de febrero de 2010

El engaño perfecto

Prácticamente ya nadie se acuerda del bombardeo de información que recibíamos casi a diario sobre una pandemia que nos acechaba como castigo divino, con portadas en todos los informativos, periódico y radios, donde se llegaba incluso a pronosticar el número de fallecidos que habría por este enfermedad según las autoridades sanitarias. Lo ocurrido con este asunto ha sido uno de los mayores negocios de las farmacéuticas en lo que llevamos de siglo, y lo que es peor, con la complicidad de los gobiernos y las organizaciones internacionales del ramo. Una estafa en todos los sentidos que pasará a la historia.

El pardillo de la trama fue Méjico, país que en pocas semanas se convirtió en el apestado del mundo, con miles de muertos por esta pandemia, cuando después se demostró que apenas superó el centenar. Se le llamó en principio gripe porcina, pero rápidamente se cambió la denominación por no venir a cuento y para no afectar a los principales países productores porcinos del mundo –curiosamente donde están las mayores farmacéuticas, EEUU y Alemania-. La OMS alertó de la pandemia que se nos venía encima, similar por la gravedad y la expansión a otras como la ocurrida en Europa en los años veinte. Todos los gobiernos anunciaron la compra de millones de vacunas –por cierto, una de las vacunas más rápidas de la historia en investigarse y producirse- que en el caso de España ascendió a 37 millones de unidades, al módico precio de 10 a 15 euros cada una. Se llegaron a pronosticar el número de fallecidos, como fue el caso de Galicia que llegaría a 500, cifra ésta muy por encima de lo real y que a día de hoy apenas llega a la decena. Al no llegar la famosa pandemia durante el verano, se informó que en otoño, por el frío, se acelerarían los contagios y que por lo tanto debíamos estar en alerta. Llegó el otoño y la cosa sigue igual, pocos fallecidos, contagios con patologías leves, incluso más leves que la gripe convencional, y por sorpresa aparece una información de que en Noruega se ha sabido de una nueva mutación del virus, por lo que debemos mantenernos en alerta, otra vez, con un problema añadido, la nueva vacuna no sería eficaz con este nuevo virus ¿habrá que comprar más? Se ha silenciado a parte de la comunidad médica que ha denunciado esta estafa, aportando pruebas que contradicen las actuaciones cómplices de gobiernos y farmacéuticas, y la connivencia de la organización mundial de la salud (OMS). Tras no poder mantener más el engaño, las comunidades autónomas han levantado el estado de alerta en el que se encontraban desde verano, no así el ministerio de sanidad que sigue con su alerta particular, ya que tiene que justificar los 37 millones de vacunas compradas y que seguramente la mayoría irán a la basura.

Y lo más triste de todo esto es, que con una parte de lo invertido en este robo, engaño o estafa, se hubiera evitado la muerte de 1,5 millones de niños en el mundo por diarrea, una enfermedad, o malestar, que en el mundo rico apenas requiere medicación.

Noviembre 2009

Rafa Calasanz
rafacalasanz@hotmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario