miércoles, 3 de febrero de 2010

La inseguridad irá a más, si no se toman medidas

Me temo que las reclamaciones de vecinos exigiendo mayor seguridad, y por lo tanto incrementar del número de efectivos policiales de las diferentes administraciones, se quedará en agua de borrajas. Y no quiero ser pesimista, pero analizando las circunstancias actuales he llegado a las siguientes reflexiones:

1.- Justicia. Los delincuentes que operan en este país (autóctonos e inmigrantes) tienen muy claro que la debilidad de nuestras leyes es un campo abonado para sus actividades. Si a eso le sumamos el caos en que se encuentra la justicia española, y la andaluza en particular, me temo que en absoluto se sienten intimidados para cometer sus fechorías. La modificación del código penal y la modernización de la justicia, son asuntos urgentes que se deben acometer.
Por desgracia, en estos tiempos, amenazar a alguien con una demanda, más que miedo genera una carcajada.
2.- Inmigración. Debemos admitir que la inmigración ha sido un factor positivo para nuestro país, por el crecimiento de afiliados a la S.S., entre otras cosas, que garantizan que nuestro sistema de pensiones tenga más futuro. Pero la inmigración incontrolada ha favorecido la entrada de personas que entre sus objetivos no estaba precisamente engrosar las listas de la S.S. Esto unido al incremento del paro por la crisis, que se concentrará principalmente en este colectivo, será un factor determinante para que muchas personas desesperadas, con necesidad de buscarse el pan, puedan derivar en la delincuencia.
3.- Crisis. Pasamos por un mal momento económico para que las diferentes administraciones se decidan a incrementar los presupuestos, porque de dinero se trata, con el objetivo de arreglar este caos. El Estado está más interesado en buscar soluciones a la crisis económica, con acciones que van desde bajar impuestos a los contribuyentes y acelerar obra pública, que a arreglar este problema, por lo tanto descenderá las aportaciones a temas “secundarios” (Justicia y Policía), sin menospreciar la responsabilidad que tiene la Junta en este sentido con respecto a la administración de Justicia andaluza. Debido a la crisis del ladrillo, los ayuntamientos van a ver muy mermados sus ingresos, al igual que la Junta, ya que éstos comprendían un 60% de los mismos, por lo tanto poco presupuesto para seguridad a no ser que abandonen parques, jardines, polideportivos o, como me temo sucederá, incrementar los impuestos para pagar lo que antes costeaban las promotoras.
4.- Electoralismo. Aunque estamos lejos del periodo en que todo son promesas, el correcto funcionamiento de la Justicia y la seguridad no entra dentro de las inversiones de los políticos para la captación de votos. Son los hermanos pobres de la política, ya que el incremento presupuestario en estos dos pilares del estado de bienestar tan importantes, no modifica en exceso el escaparate electoral, a pesar del importante gasto que tendrían que hacer. Este es un problema de democracia joven con políticos de pocas miras y corto alcance.

Estos asuntos tiene una trascendencia que nos deberían hacer reflexionar, y exigir a nuestros representantes políticos acciones urgentes para volver a sentirnos ciudadanos de una país donde el estado de derecho prevalece sobre lo demás. Por cosas de infinita menor importancia los ciudadanos han salido a la calle, y este problema requiere un fuerte compromiso por parte de la ciudadanía.

Abril 2008

Rafa Calasanz
rafacalasanz@hotmail.com

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