miércoles, 3 de febrero de 2010

Efectos secundarios de la cacería: dimisiones y ansiedades

Esto de ir de cacería, a diferencia de lo que digan algunos, tiene unos perversos efectos colaterales relacionados, supongo, con ese remordimiento posterior que todo cazador debe sufrir tras abatir a unos indefensos animales que disfrutaban en libertad por esos parajes andaluces (o manchegos, ahí está la duda), y descubrir la inmoralidad de sus actos, al emular a esos señoritos tan asociados con la derecha y que un socialista y “obrero” no debiera imitar. Esos efectos secundarios, nos llevan a la dimisión del ministro Bermejo (ya ha tardado) y le sigue el sospechoso ataque de ansiedad del juez estrella, ambos la misma semana, con el resultado que a partir de ahora será el juez Pedraz el que lleve el caso de corrupción de los populares.


Solo queda esperar y conocer, que efectos produce sobre el comisario general de la policía judicial, aunque éste no tuvo la suerte de participar en la montería, pero si en la cálida cena que compartieron las tres perlas. Dicen por ahí que a lo mejor aparecen algunos informaciones de los tratos del comisario con nuestro querido Juan Roca, caso que se paró cuando dos policías judiciales intentaron investigar esta relación y otras con altos cargos de la Junta, que dio como resultado la dimisión de estos dos sabuesos por las trabas que desde Interior se les ponían. Perdonen que les diga que algo huele a podrido en todo este asunto cinegético.

Siempre he pensado que una causa contra el PP llevada por Garzón, es más un beneficio electoral que un desgaste como, está claro, se ha pretendido con tanta filtración del sumario “secreto”. Todos saben que el susodicho juez es famoso por los golpes que en su día le dio al Felipismo y posteriores contra ETA, sin olvidar lo cabezón que se puso con el caso Pinochet, a sabiendas de que no iría a ningún sitio, intentando hurtar a la justicia chilena el enjuiciamiento al que este país tenía derecho, recordando tiempos de sumisión a la metrópoli, por la simple razón de ser una primicia que le encumbraría. Pero también es famoso por reiterados y sonados fracasos o meteduras de pata, cosechados por su endiosamiento y que no han sido tan mediáticos. El último y más sonado, es la causa que abrió contra difuntos dictadores y cía, conocedor de que no trascendería legalmente y utilizando a las familias de los represaliados de la guerra en beneficio propio, con un posterior “me quito de en medio” cuando la fiscalía le sacó los colores, (algo parecido ocurre ahora) inhibiéndose posteriormente y endosando el problema a los saturados y mal atendidos juzgados de toda España, lo que provocó en estos últimos una indeferencia colosal.

Este señor, Garzón, fue capaz de eliminar a un gobierno, y de encerrar en la cárcel a dos ministros y varios “sub”, “vices” y “dires”, todos ellos bien encerrados, pero con un cierto tufillo vengativo. Por lo que si le dan cancha, y le ofrecen ser “ministeriable”, imagínense lo que puede hacer con la oposición, enfrascada en esos “raros”, “esporádicos” y “turbios” episodios que nuestros honrados políticos caen de vez en cuando tras demasiados años ocupando cargos públicos.

Febrero 2009

Rafa Calasanz
rafacalasanz@hotmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario